Keeping families on the move safe and together

Nuestra Misión es mantener a las familias de personas refugiadas unidas

(En español abajo)

Have you ever wondered about what it takes for families on the move to leave everything behind?

Insecurity, violence, repression, the lack of job and educational opportunities, or the severe economic crisis that has affected Venezuela in recent years are some of the reasons why many people are forced to leave the country in search of freedom and security for themselves and their families. Women, children, and teenagers are among the most affected populations.

In the heart of Venezuela, there are many women like ‘Alicia’, a mother of two daughters aged 10 and 14, who are forced to flee their country. Alicia and her two daughters shared a world marked by repression and poverty, but ‘Alicia’ refused to accept this fate for her family, so one day she made the difficult decision to leave Venezuela. Together with her daughters and their uncle ‘Rafael’, they set out on a journey to the United States to seek asylum, without thinking that they would face tough challenges along the way.

When they arrived in Mexico, they made their way to Ciudad Juárez, thinking it would be a destination that promised new opportunities. However, during their journey, there was an unexpected change of events near Samalayuca, Chihuahua, when they were intercepted by agents from the National Migration Institute (INM) and the National Guard. Despite the desperate efforts of ‘Alicia’ and her eldest daughter to prove that they are related, the authorities were determined to separate them. ‘Alicia’ and her younger daughter were taken away from the older daughter and her uncle (who were transported to Villahermosa, Tabasco) and placed in a center under the custody of the family welfare system, known as DIF.

The challenges intensified when ‘Alicia’s’ older daughter refused to sign the asylum application in Villahermosa. This refusal resulted in her expulsion from the shelter, leaving her and her uncle in a precarious situation and on the verge of homelessness. They faced the ruthless reality of bureaucracy, where administrative decisions can tear entire families apart without a second thought.

However, the constant support of people like Maria Luisa and Hanan, advisors of our integration program the Hospitality Route, was critical as they managed to find temporary accommodation for the family. Maria Luisa managed to secure seven days in the Albergue Amparito, giving the family some relief. But the struggle did not end there.

Hanan cleverly intervened by taking advantage of an agreement between Asylum Access Mexico and City Express, which extended their stay for another week. Her intervention not only provided a roof over their heads but also a respite from the chaos. When institutions often lack sensitivity to the needs of families in mobility contexts, the commitment and dedication of people like Maria Luisa and Hanan can offer hope. Without this strategic alliance, achieved through the constant work carried out by the Hospitality Route team, it would not have been possible for ‘Alicia’s’ daughter and her uncle to have a dignified place to be safe while their case was being processed.

These advisors not only provided temporary accommodation but also worked hard alongside the Asylum Access Mexico legal team to reunite the family and ensure the comprehensive protection of the older daughter. Their commitment and dedication helped change the course of this family’s life.

Finally, after weeks of uncertainty, a significant breakthrough was achieved on 17 April. Their case was admitted in court, granting comprehensive preemptive protection to the eldest daughter and ordering immediate measures, including family reunification and access to medical, psychological, and social services.

In addition, thanks to the efforts and innovative arguments of the legal team of Asylum Access Mexico, they highlighted the seriousness of the failure of the authorities to preserve the best interests of the child. The court issued a provisional ruling, which provided general protection to ‘Alicia’, her two daughters, and her brother ‘Rafael’, ordering that they be provided with a temporary humanitarian visa.

This story not only captures the challenging circumstances faced by many migrating families in Mexico but also sheds light on the critical role of organizations such as Asylum Access Mexico. 

Thanks to the strategic intervention of Asylum Access Mexico, this family not only found somewhere to stay but also received the necessary support to defend their rights and seek a durable solution to their situation. From securing nights in shelters to advocating for family reunification and ensuring access to essential services.

Asylum Access Mexico will continue to work to make the rights of refugees in Mexico a reality.

*The names and personal details of the people mentioned in this story have been changed to protect their identity and privacy.


¿Alguna vez te has preguntado sobre la fortaleza que implica dejar todo atrás?

La situación de inseguridad, violencia y represión, la falta de oportunidades laborales y educativas o la severa crisis económica que han afectado a Venezuela en los últimos años son algunos de los motivos por los cuales muchas personas se ven obligadas a abandonar el país en busca de libertad y seguridad para ellas y sus familias. Las mujeres, las niñas, niños y adolescentes se encuentran dentro de la población más afectada.

En el corazón de Venezuela, habitan muchas mujeres como “Alicia”, madre de dos hijas de diez y catorce años, que se ven en la necesidad de huir de su país.  Juntas Alicia y sus dos hijas, compartían un mundo marcado por la represión y la pobreza, pero “Alicia” se negaba a aceptar ese destino para su familia, por eso, un día tomó la difícil decisión de abandonar Venezuela. Junto con sus hijas, acompañadas por su tío “Rafael”, emprendieron un viaje con rumbo a Estados Unidos con la intención de solicitar asilo, sin pensar que durante el trayecto enfrentarían duros desafíos.

Cuando llegaron a México, dirigieron su camino hacia Ciudad Juárez, pensando que sería un destino que prometía nuevas oportunidades. Sin embargo, durante su travesía hubo un giro inesperado cerca de Samalayuca, Chihuahua, cuando fueron interceptadas por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional. A pesar de los esfuerzos desesperados de “Alicia” y su hija mayor por comunicar su lazo familiar, las autoridades estaban decididas a separarlas. “Alicia” y su hija menor fueron apartadas de la adolescente y su tío, quienes fueron transportados a Villahermosa, Tabasco, e ingresados en un centro bajo la custodia del DIF.

El desafío se intensificó cuando la hija mayor de “Alicia” se negó a firmar la solicitud de asilo en esa ciudad. Esta negativa resultó en su expulsión del albergue, dejándola a ella y a su tío en una situación precaria, al borde de quedar sin hogar. Se enfrentaban a la realidad despiadada de la burocracia, donde las decisiones administrativas pueden desgarrar familias enteras sin miramientos.

Sin embargo, el apoyo constante de personas como las asesoras de nuestro programa de integración, Ruta de la Hospitalidad, María Luisa y Hanan, fue decisivo ya que lograron encontrar estancia temporal para la familia. María Luisa logró asegurar siete días en el Albergue Amparito, brindando a la familia un poco de alivio. Pero la lucha no terminaba allí.

Hanan intervino con astucia, y aprovechando un convenio entre Asylum Access México y City Express, para extender su estadía otra semana. Su intervención no solo proporcionó un techo sobre sus cabezas, sino también un respiro en medio del caos. En una realidad en donde las instituciones a menudo carecen de sensibilidad hacia las necesidades de las familias en contextos de movilidad, el compromiso y la dedicación de personas como María Luisa y Hanan son sinónimo de esperanza. Sin esta alianza estratégica, lograda por el trabajo constante realizado por el equipo de la Ruta de la Hospitalidad, no hubiera sido posible que la hija de “Alicia” y su tío tuvieran un lugar digno donde estar seguros mientras se tramitaba el procedimiento jurisdiccional.

Estas asesoras no solo proporcionaron un lugar temporal, sino que también trabajaron arduamente junto con el equipo de Defensoría de Asylum Access para buscar la reunificación familiar y garantizar la protección integral de la adolescente. Su compromiso y dedicación cambiaron el curso de la vida de esta familia.

Finalmente, después de semanas de incertidumbre, el 17 de abril se logró un avance significativo. Su caso fue admitido en un juicio de amparo, otorgándose protección integral a la adolescente y ordenándose medidas inmediatas, incluida la reunificación familiar y el acceso a servicios médicos, psicológicos y sociales.

Además, gracias a los esfuerzos del equipo de Defensoría de Asylum Access México, con argumentos innovadores, resaltaron la gravedad en la omisión de preservar el interés superior de la niñez, por parte de los involucrados. La autoridad jurisdiccional emitió una resolución provisional con efectos  restitutorios, que protegía en general a “Alicia”, a sus dos hijas y a su hermano “Rafael”, ordenando que se les proporcionara la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias (TVRH).

Este relato no solo captura las realidades desafiantes que enfrentan muchas familias en contexto de movilidad en México, sino que también arroja luz sobre el papel fundamental de organizaciones como Asylum Access México. 

Gracias a la intervención estratégica de Asylum Access México, esta familia no solo encontró estancia temporal, sino que también recibió el acompañamiento necesario para defender sus derechos y buscar una solución duradera a su situación. Desde asegurar estancias temporales en albergues hasta abogar por la reunificación familiar y garantizar el acceso a servicios esenciales.

En Asylum Access México seguiremos trabajando para hacer realidad los derechos de las personas refugiadas en México.

*Los nombres y detalles personales de los protagonistas de esta historia han sido modificados para proteger su identidad y privacidad*