AAMX acompaña a una persona refugiada despedida injustificadamente

El equipo de asesores legales de Asylum Access México en Tijuana tuvo una importante victoria al lograr que una usuaria despedida injustificadamente recibiera la liquidación que por ley le correspondía. Este caso resalta la importancia de apoyar al empoderamiento de las personas refugiadas, a fin de que puedan exigir los derechos que les corresponden en México.

Nuestra usuaria trabajaba en una empresa en Tijuana, donde fue víctima de acoso laboral por parte de su jefe directo. Además, enfrentó situaciones de discriminación y acoso sexual. Entre los maltratos que sufrió, fue obligada a trabajar en un cuarto pequeño donde apenas cabía de pie y, pese al calor extremo, no tenía acceso a un ventilador, lo cual la forzaba a trabajar en condiciones poco dignas. Eventualmente, después de varios episodios de acoso laboral, fue despedida por el área de Recursos Humanos de la empresa.

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El equipo de nuestra iniciativa de integración laboral, Ruta de la Hospitalidad, la canalizó a los asesores legales de Asylum Access México, quienes identificaron que ella fue víctima de despido injustificado. Los asesores la acompañaron a la Secretaría del Trabajo, donde recibió asesoría del procurador, quien actúa como defensor de las y los trabajadores.

La Secretaría emitió un citatorio para un proceso de conciliación entre nuestra usuaria y el representante legal de la empresa. Gracias a la orientación brindada por nuestro equipo, la empresa ofreció una liquidación justa. No obstante, en una cita posterior, el representante legal le entregó un cheque con menos dinero de lo que le correspondía por ley. 

Por consejo de nuestros asesores y el Procurador, nuestra usuaria rechazó el cheque y la Secretaría emitió un nuevo citatorio para que la empresa entregara la liquidación pactada. Finalmente, ella recibió el dinero que le correspondía por ley, y el asunto se resolvió satisfactoriamente. 

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“Las personas tienen mucho desconocimiento sus derechos laborales, los corren y no hacen nada aunque tengan su tarjeta de residente permanente, porque son extranjeros y tienen miedo de que los vayan a mandar a Migración o de quedar en una lista negra. Es importante empoderar a las personas y quitarles el miedo de exigir sus derechos como empleados, sean de la nacionalidad que sean”, dijo Edgar, uno de los asesores involucrados en esta victoria.